En la educación de un hijo hay muchos aspectos a tener en cuenta, una polémica que estos meses ha bombardeado las redes sociales es la del hastag #MisTetasNoSonTuAsunto que creó la blogger Verdelis y a la que ahora se suma más de 2000 madres. Y tú ¿qué opinas en cuanto a lactancia materna?
Durante los últimos años, las familias tienen más presión a la hora de escoger su propia voz.Por cada investigación que encuentres a favor de la lactancia materna, encontrarás otras que no le dan tanta relevancia. Es cierto que la leche materna tiene muchos beneficios: protege de enfermedades, reduce la mortalidad infantil o te ayuda a superar una enfermedad antes que otros niños, pero los niños que no han podido ser alimentados con leche materna también pueden salir sanos y felices y creo que es un factor que a veces no se toma en consideración. Los 0-3 años son de suma importancia, pero no debes olvidar que su vida no sólo se reduce a esos tres primeros años de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la lactancia materna debe ser durante los primeros seis meses de vida y más adelante hasta los dos años si se complementa con otro tipo de alimentación.
La semana pasada, comentábamos que la OMS recomendaba que los niños menores de 2 años no estén en contacto con ningún dispositivo electrónico y pocas familias siguen esta recomendación. Por tanto, que la OMS dé unas directrices no significa que todos debamos seguirlas a raja tabla. De hecho, en el estudio nos encontramos a familias que deciden alargar la lactancia hasta los 3-4 años y otros que a los dos meses ya deciden utilizar el biberón. Por tanto, la OMS elabora una guía y cada uno acaba interpretándola a su manera y no por ello debería ser objeto de críticas. Cada bebe es diferente y cada madre también para decidir sobre su cuerpo y el estilo de vida que quiere para su bebé, siempre y cuando no esté haciendo algo que ponga en riesgo la vida del bebé.
Depende en cómo te posiciones, puede que encuentres las razones que la parte contraria da como poco acertadas, sin embargo, creo que ninguna razón es mala o hay que infravalorarla. Ninguna madre desea mal a su hijo y si amamantar supone lidiar con una ansiedad que le sobrepasa, dificultad para conciliar en su trabajo o simplemente le gustaría querer involucrar más al padre en esos primeros meses… está en su derecho. No es ni mejor ni peor, el futuro es incierto tomando una u otra decisión.
La alimentación de tu hijo es esencial, pero no va a ser la única decisión que vas a tomar. No vas a agradar a todo el mundo, así que lo importante es sentirte bien contigo misma por la decisión que tomas. Porque al final, ese bienestar y esa confianza se la vas a transmitir a tu bebé y desde Ayudarte para nosotras es la clave. Así que ya que mañana es el día mundial de la alegría vamos a contestar a la siguiente pregunta:
¿Qué necesita tu bebé para ser feliz con el tipo de alimentación?
- Relájate y no te agobies por un momento puntual: El crecimiento es a lo largo del tiempo, no en un momento determinado. Amamantar es un acto privado de tu hijo y tuyo y de nadie más. Decide libremente lo que quieres hacer y, sobre todo, piensa los valores y el estilo de crianza que quieres inculcarle a tu hijo/a.
Si tú disfrutas, tu bebé también. La alimentación puede ser más divertida si tú vives ese momento con cierta ilusión. Una relación sana con la comida empieza con las risas, el juego, el contacto físico y forzar nunca va a ser una buena idea para convencer a alguien, así que no cometas ese error. Siempre hay alternativas, aunque en ese momento no la sepas.
Si tú disfrutas, tu bebé también. La - Consulta al pediatra cuando tengas dudas: Si tu bebe tiene poco peso, algún problema con la alimentación o con su crecimiento, ellos son los profesionales que te sacarán de dudas al respecto. Aunque por regla general, si el bebé está relajado, duerme 1 ó 2 horas seguidas y no parece enfermo, toma suficiente leche.
- Líberate de la culpa y no pienses que tú eres “mala madre”. A veces, puedes sentir que existe cierto rechazo a ser amamantado por parte de tu hijo, pero no tiene que ser por ti, a veces es porque hay un cambio en las rutinas o ha tenido una experiencia desagradable. Por ejemplo, quizás la posición del bebé sea inadecuada. Ambos necesitáis adaptaros a la nueva situación y conoceros poco a poco, date tiempo.Una madre que destierra de su vida los agobios de forma permanente, que trata de dedicarse tiempo a sí misma para estar más relajada, es una madre que va a contagiar esos mismos sentimientos a su bebé. En el estudio se ve claramente ese tipo de situaciones: hay bebés que llegan al estudio llorando, muy inquietos y al mirar a sus padres ves esos mismos comportamientos. Por estar 24 horas al día con tu bebé, no vas a quererle ni vas a ser mejor madre que otra que pase 10 horas. Lo que marca la diferencia es que el tiempo que pasas con él o ella, las demostraciones de cariño, los juegos…El único vínculo entre una madre y un hijo/a no es sólo a través de la lactancia.
