Siempre pensamos que los niños que necesitan ayuda psicológica son niños con trastornos graves, niños con experiencias duras… No nos imaginamos que cualquiera en un momento dado puede necesitar terapia. Justo lo que necesitaba la protagonista de la historia de hoy. Ella era una niña ejemplar: notas y comportamiento excelente, exigente con su trabajo, amiga de sus amigas… Tenía la vida bajo control, hasta que la vida de pronto logró escapar de su dominio. Todo empezó con un plan y sus expectativas por cumplir ese plan y sobre todo por sus “agobios” si no llegaba a cumplirlo. No podía ni quería decepcionar a todas las personas que siempre la habían apoyado. Lo tenía todo y sin embargo no era suficiente, no sabía cómo salir de una situación que no entendía ni la habían enseñado a superar. Es difícil ser adolescente y a la vez lidiar con inseguridades, pensamientos negativos, autoexigencia y baja autoestima. Parecen cosas insignificantes que no damos importancia, pero como siempre digo, con el tiempo esas pequeñas cosas se pueden volver grandes montañas difíciles de saltar. Todas las personas pasamos por la adolescencia, pero algunos consiguen recuperar esa falta autoestima y reforzar su identidad y en otros casos puede ser el comienzo de otros problemas más graves (ansiedad, depresión, trastornos de alimentación…) que necesitan de la ayuda de un especialista para superarlos.   Sin duda, tuve la suerte de que la protagonista del post de hoy acudiera al estudio a tiempo. Ella es de las personas que he visto que más empeño ponía en cada sesión, la más motivada y sobretodo disciplinada. Consiguió vencer sus prejuicios iniciales la primera vez que vino al estudio, confió en mí y estoy muy orgullosa de todo lo que ha conseguido hasta ahora. Hace unos días nos mandó este precioso email contándonos su experiencia en el estudio que me ha llenado de ilusión. Gracias por permitirnos compartir tu experiencia porque no siempre es sencillo visibilizar el trabajo invisible que hacemos desde el estudio. Por eso, este año nos hemos propuesto demostrártelo cada mes porque, aunque sabemos que superar un problema nunca es sencillo, detrás de las lágrimas iniciales existe optimismo y buen humor. Así que abrimos sección contándote casos reales de la mano de sus protagonistas: adolescente al psicologo ayudarte estudio psicología “Al principio no sabía que me pasaba, no entendía como la mayoría de personas hacían cosas que a mí me costaban más. El psicólogo para mí ha sido el sitio donde “soltarlo todo” y donde sorprendentemente, te entienden como nadie e incluso se anticipan a lo que piensas. Allí me he reído con el buen humor de Nuria y he resuelto mis problemas. No eres raro por ir. Al fin y al cabo, todo el mundo tiene problemas y podrías necesitar una persona que te haga ver las cosas de otra manera. Nuria estuvo allí para ayudarme, siempre con una sonrisa, con consejos tan cercanos como los de un/a amig@ y tan útiles como los de la profesional que es.” chica de 15 años   Y ahora nos encantaría saber tu opinión sobre este tema ¿tu hijo adolescente ha ido al psicólogo? ¿cómo le enfocaste la situación? ¿qué le dirías tú a otros padres? ¡Anímate a dejarnos un comentario seguro que tu experiencia ayuda al resto!]]>

Pin It on Pinterest

Share This